LA INCIDENCIA DE LA FAMILIA.

En muchos casos la familia de la adolecente es la que decide si el bebe por nacer va a tener padre, en función de su perfil y su nivel de ingresos. Mientras que los padres del varón comienzan a poner en duda la paternidad, en la mayoría de casos los padres de la muchacha suelen tomar actitudes totalmente extremas. Unos presionaran forzando un matrimonio, otros impidieran que los jóvenes se sigan viendo y otros intentaran el aborto a toda costa. No obstante, la mayoría de las adolescentes que quedan embarazadas no lo desean y la decisión de tener ese hijo conlleva una gran responsabilidad para la que normalmente no están preparadas.
En este caso es fundamental el respaldo emocional que pueda obtener de su familia, pareja y amigos aunque lo más frecuente es que se encuentren con el rechazo de la familia, la ausencia de su pareja, que no desea saber nada del tema, y con el aislamiento de sus amigos.



El rechazo de la pareja.